sábado, 24 de octubre de 2009

6º mes, medio añito ni más ni menos

Me hago mayor a una velocidad de vértigo muchachos y este mes ha sido un mes de muchos cambios. Os voy a contar como es un típico día siendo ya un bebe grande (y guapo):
- Beso de mamá de despedida mientras disfruto de mi último sueñecito. Sí, mamá ya ha empezado a irse de casa a no sé que guardería para mayores que llama trabajo.
- Papá me despierta para ir a la guarde. ¡Qué poco me gusta que me despierten! ¡Jo! con lo agustito que estoy dentro de mi saquito en mi cama. Empieza a vestirme con un montón de ropa ¡si es que parezco una cebolla! que si body, que si camiseta que si pantalón, que si chaqueta y para rematar el abrigo ¡qué me aso de calor, papá!


- Llego a la guardería y allí me reciben con muchos besos y mimitos, me hago fuerte en mi zona de juegos y a revolcarme esperando que me den el desayuno. Luego siestecita, a ver si me toca masaje, o me ponen a jugar con colchonetas o pelotas grandes y con suerte tocamos instrumentos y escuchamos buena música. Papá y mamá se quedaron boquiabiertos cuando les contaron lo bien que tocaba el piano con los pies ¡pero si está chupado!.


- Antes de las 6 ya ha llegado papá a recogerme, me gusta mucho volver a verle. Me lleva a casa y estoy un poco en el ordenador con papá hasta que llega mamá con cara de estress y cansancio. Allí estoy yo para alegrarla, no hay nada como desplegar una de mis sonrisas.


- Paseo con mami, a veces me lleva a sitios chulos con más bebés y arbolitos y otros días me engaña con la cantinela de que tenemos que hacer misiones, osea, ir al super o de tiendas. Bueno, la verdad que yo contad de que me paseen me da igual donde me lleven.
- Por último baño relajante de espuma, superbiberon de 240 ml, besos de buenas noches y a dormir.
FIN, no está nada mal ¿verdad? Luego llegán los fines de semana y esos sí que son guays, mis papas siempre preparan algo: o voy de paseo con mi abuela Mayte y mi abuelo Tomás, o a casa de mis otros abuelitos María y Teo o quedamos con amigos de papá y mamá que babean conmigo. Me encantan los fines de semana porque es cuando más disfruto en casa y veo gente nueva (bueno, a lo mejor no son nuevos pero como se me olvidan sus caretos...)


Los bebe-avances de este mes son:
- He cambiado mi dieta, he pasado de sólo tomar leche de mami a tomar un montón de cosas nuevas como cereales (sin glutén) y mi debut con la fruta:naranja, manzana, pera y plátano. Las primeras tomas de contacto con la fruta fueron una batalla campal. Papa y Mama detrás de mí, cuchara, babero y escudilla en mano, y yo revolcándome por todo el sofá escapando de esta pasta horrible que querían hacerme tragar. A la hora o así de luchar los pobres de daban por vencidos, pero luego me entraba el hambre... y claro como no había bibe a la vista... ¡pues me comí la papilla! Pero que conste que me la comí porque tenía hambre, que por mi podría haber seguido luchando con los papis y arrastrando su culete por el barro de la derrota.
- Ya me casi casi me sostengo solito sentado pero... ¡ay! la cabeza es mi perdición, en cuanto me ladeo y no estoy pendiente me voy de varetas ¡vamos, que me sostengo unos segundos, enseguida pierdo el equilibrio!.
- Repto cual lagartija en busca de mis juguetes cueste lo que cueste. Papá me pone a prueba situando el objeto deseado a millas de distancia pero allí que voy yo arrastrando mi panzota.


- Mi momento preferido es la hora de comer, sobre todo si toca bibe. Y el que menos, pues con toda rotundidad el vestirme para ir a la cama después del baño ¿alguien sabe por qué no puedo dormir desnudito? Soy un incomprendido.
- Por fin he estrenado mi trono, regalito de unos amigos de papá y mamá. Es superchuli aunque sólo lo utilizo para comer las papillas, mamá sigue diciendo que soy su principe pero yo creo que ya soy el rey de la casa sin discursión ¡lo siento papi!

Y bueno… hasta ahora esta es mi evolución. Mamá cree que soy un poco flojo porque no me sostengo yo solito, pero es que los hombres somos así, muy comodones. Ya sé lo que os estaréis preguntando, no , no me ha salido, la verdad es que ni siquiera se asoma diente alguno. Tampoco digo ni "mamá" ni "papá" ni nada parecido...me estoy pensando muy mucho cual va a ser mi primera palabra y es que sé que marcará historia...