Esa mañana decido comprobarlo en lugar de irme de cañas. El resultado...
bastante contundente...
Adiós a la cerveza, adiós a los pitis, adiós a la mala vida que tanto he disfrutado rodeada de grandes amigos chuzos... me tiemblan las piernas de la emoción. Decido esperar a que Gon vuelva de sus vacaciones en Sabaris para darle el notición.
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